Crear un plan de social media es vital. Y sí, cuando decimos vital lo decimos explícitamente. Sobrevivir en el caótico mundo de la redes sociales es imposible sin él. Las redes sociales son familiares para todos, lo que hace que muchas marcas, desde las más humildes hasta las más grandes, caigan en un error común: la confianza. No hemos de dejarnos engañar por la aparente sencillez de su mecanismo y el hecho de que sean herramientas al alcance de todos. Esto es precisamente la clave de su complejidad.
La ejecución de un plan de social media permite:
👉 Construir una identidad de marca sólida.
👉 Controlar el presupuesto evitando “gastar” y centrándose en “invertir”.
👉 Obtener resultados reales en base a objetivos.
PASO 1: Determinación de recursos
Antes de zambullirse en el plan de social media, hay que definir recursos. Tanto a nivel de inversión directa como indirecta. Apoyarse en una agencia de comunicación o no suele ser el primer dilema. Aquí pensaréis que lógicamente nosotras apoyaremos la contratación de una agencia 😅. Siendo honestas, la respuesta depende de la propia estructura de la empresa. Las agencias permiten ahorrar tiempo, dinero y recursos propios, así como profesionalizar servicios que no sean competencia de ningún área de la empresa. Contamos con la experiencia y las herramientas necesarias para, no solo diseñar, sino implementar eficazmente cualquier plan.
A continuación, hay que definir del presupuesto disponible para acciones de crecimiento y posicionamiento. Conseguir nuestros objetivos en social media sin inversión es prácticamente misión imposible. Aunque hay tácticas que nos pueden ayudar, el crecimiento orgánico es cada vez más lento y complicado. Dependiendo de estos objetivos, se requerirá de una inversión mayor o menor. Lo importante es destacar que es posible obtener resultados tanto con pequeñas cantidades como con grandes, siempre atendiendo a la proporcionalidad.
PASO 2: Auditoría interna y análisis de la competencia para empezar a crear un plan de social media eficaz
Definidos los recursos, hemos de conocernos a nosotros mismos. Tenemos que inciar el bombardeo de preguntas. En primer lugar, sobre la empresa en sí: ¿cuáles son sus productos y/o servicios? ¿cuál es su estrategia para conseguir clientes? ¿cómo los fideliza? ¿es conocida? ¿cuáles son sus precios? ¿en qué ámbito territorial se desenvuelve? ¿cómo se estructura? ¿qué necesidades tiene?, etc. Tras ello, aprovecharemos también para identificar a la competencia y hacernos las mismas preguntas para establecer una comparativa.
Después, sobre su posicionamiento digital: ¿se habla de la empresa en Internet? ¿dónde y qué se dice? ¿qué canales tiene actualmente? ¿cuál es el volumen de su comunidad? ¿su engagement? ¿cuál es su frecuencia de publicación y cuándo publica? ¿qué tácticas ha implementado y cómo han funcionado? ¿qué tipo de contenido genera?, etc. De la misma manera, también haremos este análisis de la competencia y su posterior comparativa.
PASO 3. Establecer nuestro público objetivo
Hemos de establecer perfiles que representen a nuestra audiencia. Este paso es fundamental para que nuestros mensajes y la elección de nuestros canales sean coherentes. Por ejemplo, si nuestro público es muy joven, quizá TikTok debería ser nuestra red social principal. Si en cambio, nuestro público es más adulto, a lo mejor hemos de decantarnos por Facebook. Hay que analizar todas las variables: edad, género, estatus económico, lugar de residencia, comportamiento digital, hobbies, necesidades, etc.
PASO 4. Marcar objetivos y KPI’s dentro de nuestro plan de social media
¿Visibilidad? ¿Crecimiento? ¿Mejorar la relación con nuestro público? ¿Vender? Hemos de tener claro qué queremos conseguir de nuestra actividad en redes ya que de ello dependerán las acciones que vayamos a ejecutar. De la misma manera, es imprescindible que cuantifiquemos esos objetivos y ser realista en base al presupuesto con el que contamos. Los KPI’s son las métricas que nos permitirán extraer conclusiones y saber si estamos o no por el buen camino.
PASO 5. Establecer nuestros mensajes clave
Para construir una identidad de marca sólida, como comentábamos al principio, además de por supuesto ser eficientes en nuestra estrategia, este ejercicio es igualmente imprescindible. ¿Qué queremos transmitir a nuestro público? ¿Cuáles son nuestros valores? Hemos de tener claros los pilares de nuestra comunicación, pues alrededor de los cuales girará todo. El único lugar en el que nada muere es Internet, de manera que hay que ser especialmente pulcro en este sentido.
PASO 6. Desarrollar la estrategia de nuestro plan de social media
Ya hemos terminado toda la fase previa de análisis. Es el momento de ponernos manos a la obra. ¡A divertirnos! Ya podemos elegir los canales aptos para nuestra estrategia y diseñar las tácticas necesarias para conseguir nuestros objetivos. Hemos de pensar tanto en el contenido diario como en las acciones especiales que requerirán de inversión. Marketing de influencers, campañas de social ads, colaboraciones con marcas afines… ¡las posibilidades son infinitas! ¡Seamos creativos! Podéis ver este ejemplo de Levanova en el que arrancamos su canal de Instagram creando una comunidad fiel y dedicada.
PASO 7. Diseñar el plan de contenidos
Esta es la fase de aterrizaje. Tras definir la estrategia, tendremos que trasladarlo todo a un calendario de contenidos y al diseño del material necesario para activarlo. Producción de vídeos y fotos, diseño de creatividades y por último, pero no menos importante, redacción de copies. Se trata de una tarea que conlleva bastante dedicación y hay que dedicarle el tiempo que requiere pues será la materialización de todo lo que hayamos trabajado hasta la fecha.
¡Empezar!
Bueno, bueno, ¡pero esto no es todo! Aún queda la mitad del trabajo por hacer. Hay que ponerlo todo en marcha. Diseñado el contenido y calendarizado, tendremos que comenzar a hacer nuestras publicaciones, interactuar con nuestro público, llamar la atención de perfiles que no nos sigan, gestionar las campañas que hayamos definido… ¡todo! Las redes sociales requieren de cariño y atención diaria.
Crear nuestro plan de social media no es el final, hay que analizar
¿Os acordáis de los KPI’s? Es en este punto cuando hemos de tenerlos presentes. Mensualmente revisamos la evolución de nuestros objetivos y analizamos si nuestras tácticas están funcionando o no. Las redes sociales se basan en un ejercicio de prueba-error. Por lo tanto, si en el primer mes no notas una mejoría palpable, no hay de qué preocuparse. Parémonos a pensar qué da resultados, qué no y por qué. En base a ello, iremos perfeccionando nuestra estrategia. No es hasta los 6 meses cuando podremos sacar conclusiones realmente representativas. Las redes sociales requieren tiempo, pero con una buena estrategia son muy agradecidas.
Si tienes dudas aún sobre el potencial de las redes sociales o, por el contrario, estás convencido de ello y quieres saber más, te animamos a descargarte el último estudio de IAB. En él se estudia el comportamiento de las marcas en redes sociales desde marzo de 2019 a febrero de 2020 y se extraen conclusiones realmente valiosas.
¡Nos vemos en las redes! 😉